OTRA VEZ: TREN INCENDIADO
OTRA VEZ: TREN INCENDIADO
DR. MAXIMO GRILLO ANNUNZIATA
Otra vez salvado por la campana. El episodio del tren eléctrico
incendiado, me hizo recordad algunos episodios de los cuales salí bien librado,
gracias a mi buena suerte.
Un día en el cual venia en la bicicleta a gran velocidad por
la carretera que va hacia el pueblo de Pachacamac donde tengo mi chacra; debido
al velocidad en la que venía no alcancé a ver un hoyo en medio de la pista, por lo cual salí disparado
por los aires y más encima como si una fuerza empujara rodé varios metros sobre
el pavimento.
Me levanté de un salto
empujado por la adrenalina. Y me di cuenta de que tenía todas las piernas
ensangrentadas al igual que los brazos. Al caer lo que hice fue proteger la cabeza
y de este modo evitar un golpe a mi
poderoso cerebro.
Al parecer la pista estaba hecha de algo parecido a la lija o
a un esmeril, ya que las lesiones producidas
al rodar por el pavimento me habían despellejado extensas áreas de las piernas
y de los brazos, las cuales sangraban profusamente. Eran heridas superficiales,
pero muy sangrantes, parecía un cristo en camino al calvario. Levanté la
bicicleta y me fui caminando hacia mi casa, no podía pedalear, porque si
pedaleaba, más sangre me salía.
Al llegar a mi casa hecho un cristo mi mujer lanzó un grito y
me hermanita se puso a llorar.
-¿Que te pasó?-
De inmediato me puse a curarme, al estilo Grillo, o sea, a
lo macho, machazo, cogí una botella que tenía un litro de alcohol y me rocié
sobre todas las herida que estaban en carne viva. Vi a Judas calato bailando
salsa apretadito con la Keiko calata. Horrible oye, terrorífico.
La ventaja de ser médico
es que te curas tú mismo.
Lo raro de este
episodio, es que la tal carretera siempre está llena de todo tipo de vehículos,
camiones, tráilers, autos, buses, todos los cuales corren a más de 100 kilómetros
por hora. Pero en momento del accidente no pasó ningún vehículos y, los más
raro es que cerca de media hora que tardé en caminar por la carretera hasta salir
a una pista lateral hacia mi casa, NO
PASO NINGUN VEHICULO.
¿Que raro no?. En
otra ocasión, cuando a las 5 de la mañana esperaba en la misma carretera, el
paso de una micro para ir a trabajar al centro de salud de Breña, donde laboraba,
estaba todavía todo oscuro y llovía, cuando apareció una micro, la cual
sobreparó frente a mi para luego seguir de largo sin recogerme. Parece que al
chofer no le gustó mi barba o mi cara. Le
eché una serie de maldiciones a la micro
por desgraciados y tuve que espera cerca de 15 minutos bajo la lluvia, muerto
de frio, para que aparezca otra, porque a esa hora escasean.
Subí en la
siguiente micro y a los 30 minutos le
dimos al alcance la micro que no quiso recogerme.
Los cuerpos se hallaban regados por la pista, muertos y heridos, y la micro estaba volteada y hecha pedazos. De
la que me salvé.
La semana pasada
se incendió el tren eléctrico en el paradero de Villa María.
Fue justo el tren
posterior del que yo viajaba. Lo tomé en el paradero de María Auxiliadora y el
siguiente paradero es precisamente el de
Villa María.
Si hubiese viajado
en el tren que nos seguía 4 minutos después,
me hubiese encontrado en medio del incendio.
En una oportunidad
un niño de unos 6 años tan idiota como su madre, mientras tomaba un a gaseosa,
la tal gaseosa se le cayó y empezó a correr por el piso del vagón, escurriendo hacia los intersticios del piso. Donde
se encuentra los cables.
-Señora tenga
cuidado este es un tren eléctrico nos pone a todos en peligro, está
prohibido comer y tomar líquidos en el
tren.
-Cállate barbudo
de mierda, porque te metes –fue la respuesta de la mujer ignorante e imbécil.
Como es de
esperarse en nuestro país, los inspectores no le dijeron nada a la bruta a pesar
de que su trabajo es hacer cumplir el reglamento de seguridad.
El problema con el
tren eléctrico, es que carece de ventanas y puertas de emergencia. No hay por
donde escapar. Si el incendio se hubiese
propagado todos los pasajeros hubieran
muertos achicharrados. Fue una suerte que las gigantescas chispas eléctricas no
propagaran las llamas.
Ya les he dicho, tengo pacto con el diablo, cuento
con la complicidad de dios, me llevo bien con los demonios y soy amigo de los arcángeles.
Para que más.
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