ASILOS Y CHUPONEOS

                            ASILOS Y CHUPONEOS

DR. MAXIMO GRILLO ANNUNZIATA

Primero ingresé ese año a la U. Católica a estudiar Filosofía y a la U. Villareal a la llamada Escuela Superior de Física y Matemáticas para estudia física avanzada, al año siguiente ingrese a San Marcos a estudiar Medicina Humana.

Mi padre me preguntó:

-“¿Con cuál te quedas?”

Mi respuesta fue:

-“Con todas”

-¿Podrás?

Me ofendí con la pregunta de mi padre:

-“Yo puedo eso y mucho más”, y cumplí con lo dicho.

Al ingresar al primero de Letras a la Católica encontré que Alan García estaba también en primero de Letras. Estaba repitiendo de año. Repetía el primero de Letras.

Al año siguiente pase a segundo de Letra y Alan García también paso al segundo de Letras.

Al año siguiente pase al doctorado de Filosofía y Alan repetía el segundo de Letras. Era el eterno repitente. Por eso no me extrañó cuando se dio la noticia de que no se había graduado nunca y no tenía ningún título y se armó un escándalo, en verdad no me llamaría la atención de que fuera así.

Pero lo importante es que ya en esa época quería ser dirigente estudiantil en la Católica, pero nunca le resultó, se metía a los salones de clases y se daba un discurso, se jalaba los pelos, rompía la camisa al igual que hace ahora. Luego se acercaba al grupo de los que preferían estar en el patio conversando antes que entrar a la clase, entre los cuales estaba yo, y nos decía:

-“Les he dicho esto y esto  y esto otro, los he hecho  cojudos, los he hecho cojudos”.- y se mataba de risa.

Es por eso que no le creo ni la cara que pone, siempre  ha vivido de la  mentira.

Estoy seguro que cuando dijo  que no se escaparía, y  lo primero que hizo fue meterse a una embajada, estoy convencido que cuando lo dijo se ha revolcado de la risa y habrá dicho, los hice cojudos, los hice cojudo, tal y cual decía y hacía en la Católica.

Estoy convencido de que  cuando salió a denunciar que lo estaban chuponeando y ponía cara de serio y preocupado, después se ha metido en su casa y se ha revolcado de la risa, diciendo “los he hecho cojudos, los he hecho cojudos”, al igual que hacía en la Católica.

Alan García ha tenido el cinismo de publicar un libro titulado “Pida la Palabra”, en el cual trata de todas las  trampas que se deben de utilizar para engañar y engatuzar a un auditorio.

Que cara hay que poner, como manejar las manos, incluso los dedos de las manos durante un discurso para convencer y engañar.

Todo en este sujeto son puras farsas y engaños.

Si alguien alguna vez se le ocurre hacer una biografía de Alan García se va a dar con una sorpresa: en toda su vida no van a encontrar una sola acción noble, todo en él, en toda su vida, han sido pellejerías, pendejadas, traiciones, deslealtades, adulterios, embustes, engaños, ambiciones, codicia. Nada más van a encontrar. No van a encontrar nada limpio  ni honesto en toda su vida.Nunca ha sido leal a nada ni a nadie. Es un caso raro, único.

Tal nivel de deterioro  en la persona humana es algo raro de encontrar, y solo se explica por una alteración mental.