ECUADOR

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DR. MÁXIMO GRILLO ANNUNZIATA

El pueblo ecuatoriano acaba de lograr  un a gran victoria nada menos que sobre el Fondo Monetario Internacional (FMI)) y el Banco Mundial.

Esta victoria se logró fundamentalmente por dos factores:

El primero es el espíritu combativo de los nativos  y del pueblo ecuatoriano en su conjunto, los cuales salieron a luchar sin importarles morir.

El segundo factor del triunfo del pueblo ecuatoriano ha sido silenciado por la TOTALIDAD  de los canales de televisión y de los periódicos del Perú, y que fue el hecho de que los  MILITARES  ecuatorianos se pusieron al lado del pueblo. Los videos donde se va a los militares enfrentarse a los policías represores, llegando a los  golpes y peleas masivas entre militares y policías, terminaron por convencer al asquerosos y repugnante traidor Lenin Moreno a retroceder.

Fue una aplastante derrota del FMI y del Banco Mundial.

Estos videos de los   enfrentamientos entre los  militares ecuatorianos y la policía de Lenin Moreno no lo han pasado en ningún canal del Perú, pero se puede encontrar en el Internet.

Cabe señalar que lo que hizo el traidor Lenin Moreno es EXACTAMENTE  lo mismo que hizo Fujimori, pero la respuesta del pueblo peruano fue totalmente diferente.

Mientras el pueblo ecuatoriano se levantó violentamente contra las medidas dictadas por el FMI, el pueblo peruano acepto  el famoso fujishock con total sumisión, servilismo y cobardía.

Mientras los militares ecuatorianos se enfrentaron al FMI apoyando las protestas del pueblo,  aquí en el Perú, los militares peruanos apoyaron las órdenes del FMI y encarcelaron torturaron y mataron a los pocos que protestaron contra el fujishock

Mientras el pueblo ecuatoriano respondió masivamente en forma violenta, en el caso del Perú, con el famoso paquetazo de Fujimori en vez de sublevarse se fueron a las iglesias a rezar a pedir  la ayuda de Dios junto con el ministro Hurtado Miller, tomados de las manos comulgaron  juntos en las iglesias.

Estas diferentes respuestas explican porque Ecuador ganó la guerra del Alto Cenepa.

Esa es una constante en nuestra historia, la sumisión al poder extranjero es  una lacra histórica en el Perú. Las fuerzas de Manco Inca no fueron derrotadas por los españoles que eran un puñado  raquítico; fueron las tropas indias de la cacica de Huaylas, madre de la mujer de Pizarro y amante de uno de sus soldados los que derrotaron a Manco Inca, destruyendo de esta  forma al Tahuantinsuyo y el destino de toda la América  nativa, porque si Manco Inca ganaba, la conquista de América hubiese fracasado.

Esta prostituta miserable, a cambio de los servicios del pene del español destruyo la cultura más avanzada del mundo de su época, la única civilización en toda la historia humana que nunca conoció el hambre ni la miseria.                            

Un simple runa, un hijo del pueblo estaba mejor comido y mejor vestido que  un noble europeo  de esa época,

Esto se repitió años después, con Tupac Amaru. A este prócer no lo capturaron nunca los españoles. Fueron los propios indios a los cuales Tupac Amaru pretendía liberal de la opresión, la esclavitud y del servilismo quienes lo capturan y lo entregan a los españoles para cobrar la recompensa que se ofrecía y recibieron  por ello una pensión vitalicia dada por el virrey.

De igual manera el pueblo peruano se opuso a la independencia, a excepción de un puñado de montoneros indios que pelearon con gran valor. Todo el ejército  libertador eran extranjeros, mientras que los peruanos se hallaban en el ejército realista luchando a favor de su propia esclavitud y opresión y humillación ya que en el ejército realista todos eran peruanos y solo los oficiales eran españoles.

El escandalo fue de tal magnitud, que Sucre ordenó destruir y quemas la ciudad de Huamanga, porque todo Ayacucho enviaba tropas  y dinero al ejercito realista.

Se volvió a repetir en la guerra con Chile. A Leoncio Prado nunca lo capturaron los chilenos, lo entregaron los peruanos para cobrar la recompensa que ofrecían los chilenos, y ese episodio lo encontramos en las  memorias  de Andrés Cáceres  sobre la campaña de la Breña.

El jefe de las fuerzas de ocupación chilena en Trujillo en una carta (publicada  en el semanario Hildebrant en su trece) envía al general Lynch diciéndole que está harto de que todos los días frente a su oficina se forman grandes colas de  hombre y mujeres bien vestidos, curas y hasta oficiales que  van a denunciar a quienes son caceristas y tienen armas para cobrar la recompensa que pagaban los chilenos por sus traiciones. Eso hicieron los abuelos de los apristas trujillanos.

Posteriormente el mismo jefe militar chileno publicó un aviso prohibiendo a los peruanos que fueran a denunciar a los caceristas. No lo hizo por nobleza, sino que se le había acabado el dinero para pagar  a los traidores, que luego armaban escándalo pidiendo su plata, “mi plata carajo, yo he denunciado a los caceristas y estos chilenos no me quieren pagar”, (al igual que ahora la congresista Ester Saavedra dijo que estaba protestando  en el congreso por su plata).

Lo mismo pasó con Javier Heraud, quien fue denunciado  y acribillado por el propio pueblo a quien pretendía liberal de la miseria y de gamonalismo este idealista poeta.

Volvo a pasar en el Andahuaylazo con Antauro.

Cuando Antauro se revela, lo hizo para librar al pueblo del corrupto gobierno traidor del miserable Toledo y de la   mafia judía que se enriquecía con este tipejo,

Pero los militares peruanos  aplastaron la rebelión emboscando y apresando a traición Antauro cuando aquel negociaba la salvación de los hombres que le acompañaron.

Los militares que intervinieron en esa ocasión sabían muy bien que estaban defendiendo los negocios sucios de Odebrecht y los millones de dólares de soborno que había cobrado Toledo por la coima, porque ya se conocía toda esa corrupción y es por eso que se revela Antauro. Al igual que pasó con el caso de Tupac Amaru y de Leoncio Prado, los militares que intervinieron en el Andahuaylazo recibieron ascensos o sea más plata, puestos y dinero. Estos militares toledistas vendieron al Perú a sabiendas de lo que hacían.

Un pueblo con semejante historia de sumisión y servilismo, es un pueblo sin futuro.

Los pueblos incapaces de revelarse contra la opresión, solo merecen la esclavitud, y hacia ella se dirigen.