SEXO Y SINDICALISMO
SEXO Y SINDICALISMO
DR. Máximo Grillo Annunziata
-QUEEEE, 545 de glucosa?, te dije que no te desordenes en
las fiestas de fin de año.
-No doctor, yo no me he desmandado en las fiestas, se lo
juro
-Como te atreves intentar engañar a tu medico?
- No doctorcito Grillo, yo no me he desmandado en las
fiestas, se lo juro, lo que ocurre es que he tenido problemas
-¿Que problemas?.
Mi paciente a quien llamaremos Espartaco, es el secretario
general de un sindicato, cuya directiva está
compuesta de 8 miembros.
Es una empresa de inversionistas chilenos y en la cual
trabajan cobrando menos del mínimo vital varias mujeres venezolanas, más
conocidas como venecas.
Estas mujeres además de trabajar por un sueldo miserable,
bastante menos del mínimo vital, y trabajar cerca de 12 horas y más al día,
deben de dar prestaciones sexuales a los jefes y dueños de la empresa.
-Señor, yo he
venido por una oferta de trabajo, yo soy
una mujer casada y respeto a mi esposo.
-Si señora comprendemos su situación y hasta el día de hoy nomas trabaja, mañana ya no viene.
Así, a secas, así de fácil.
Ante esa situación mi paciente, tomando conciencia de que si se mantiene ese estado de cosas, el pliego
de reclamos y la huelga del sindicato peligraban, ya que los inversionistas
chilenos los amenazaban de botarlos a todos y llamar a trabajar solo a puras
venezolanas, que trabajan por menos, trabajan más y según los dueños de la empresa, además, “tiene
buen culo”.
Mi paciente llamó a los demás miembros de la directiva y
acordaron redactar un pliego de reclamos que entre otras cosas exigía que las
venecas cumplan con un horario de trabajo y cobren igual que los otros
trabajadores, y se fijó una fecha para la reunión para presentar el pliego y la fecha de inicio de la huelga.
Pero los
inversionistas extranjeros se enteraron de la movida, lo que quiere
decir que alguno de la directiva fue el delator, porque la reunión había sido
secreta.
No me llama la atención.
Siempre he tenido en cuenta que el pueblo peruano entregó a Tupac Amaru a los españoles, a Leoncio Prado a los
chilenos, que el ejército realista estaba compuesto por peruanos ya que solo los
oficiales eran españoles y todo el ejército libertador eran extranjeros. Los
peruanos luchaban a favor de su propia opresión,
de su propia humillación y de su propia esclavitud, todo esto está registrado en la historia. A Bolognesi lo
traicionaron y a Grau también. De los 3 millones de peruanos que existían durante
la guerra con Chile, el ejército de Cáceres nunca pasó de 1,500 hombres. ¿Dónde
estaban el resto de peruanos?. Quien declaró bandido a Cáceres y a sus montoneros y decretaron la pena de muerte para Cáceres y
sus montoneras fueron peruanos dirigidos por el traidor Iglesias. Igual pasó con Antauro, cuando
el párroco de Andahuaylas se acercó a Antauro por encargo del gobierno llamándole
a una conversación y evitar una matanza,
asegurándole que no habría ningún detenido. Era una trampa.
El traicionar a
sus líderes libertarios es una costumbre nacional cultural histórica en nuestro
país.
Pues bien ¿Qué pasó con la huelga?.
Los empresarios chilenos llamaron a las venecas y les dijeron:
-Los peruanos, indios culiaos, quieren hace huelga y si
paralizan la empresa la cerramos y se jodieron todos. Cholos de mierda, además de
que les damos trabajo se atreven a protestar. Lo que van hacer muchachas, es
traer a una amigas suyas que también sean venecas que sean culonas y tetonas
como les gusta a estos cholos y se las presentan a los dirigentes del sindicato,
tirensé a esos cholos huevones para que
no hagan la huelga. Les vamos a dar sus propinas a sus amigas que traigan y a
ustedes también. El gobierno peruano y su policía nos han prometido
reprimir a los huelguistas, pero creemos
que este método nos será más barato.
Si nada resulta les mandaremos de nuevo al general Lynch
Cuando llegaron las venecas invitaron a salir a los dirigentes del sindicato,
7 de los 8 aceptaron, solo mi paciente diabético que era dirigente antiguo y tenía
formación política no acepto porque se
dio cuenta de que era una trampa.
Los otros 7 idiotas creyendo que eran conquistadores que había
impresionado a las venecass cayeron redondos como niños con un caramelo.
Llegado el día de la reunión sindical para fijar el
pliego de reclamos y el inicio de la
huelga, 7 de la directiva votó contra el pliego y el inicio de la huelga. El único
que votó a favor fue mi paciente y fue tal la indignación y la rabia que se le
disparo la glucosa llegando se día con 545 mg%.
Tuve que mandarlo a un servicio de emergencia para que le
aplique cloruro de sodio e insulina.
La conclusión de este episodio es que la inmigración
venezolana y los inversionistas chilenos son la maldición de la patria.
como dice el colorao belmont las venecas estan bien potables
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