OTRO MÁS, OTRO HISPANISTA
OTRO MÁS, OTRO HISPANISTA
DR. MAXIMO GRILLO ANNUNZIATA
Se los dije muchachos: el congresista Lizarzaburu,
fujimorista, tal y cual era de esperarse, ha enviado una carta al rey de
España, pidiéndole perdón por las palabras
del Pedro Castillo criticando el colonialismo y el imperialismo, ¡QUE VERGUENZA
CARAJO!
Tenía que ser fujimorista, es la versión
actual de los peruanos que se negaron a luchar por la independencia y militaron
masivamente en las fuerzas realistas, los mismos peruanos que entregaron Tupac Amaru a los españoles pidiéndole perdón
al virrey. ¿Qué diferencia hay?: ninguna.
El Perú no ha cambiado en 200 años,
tal y como se los he dicho repetidamente, seguimos colonizados y siguen activos
los traidores colonialistas de siempre.
El problema básico, es que tal y
cual señala Antauro, la clase dominante no tiene identidad nacional, no ve al
pueblo peruano como su pueblo, este no es su pueblo, por consiguiente esta no
es su nación, no es su país.
Eso no es todo; los chilenistas han criticado los análisis del patriota general Gustavo Bobbio sobre las características
de un enfrentamiento entre Chile y Perú.
No olvidemos que fueron peruanos los
que entregaron a Leoncio Prado a los chilenos y que incluso hubo militares peruanos que se
aliaron con los chilenos en contra de Andrés
Cáceres, y recordemos la carta del jefe de las tropas de ocupación chilenas en
Trujillo, donde los abuelos de los
apristas trujillanos hacían cola frente al cuartel de los chilenos para
denunciar a los patriotas caceristas y a quienes poseían armas para cobrar la
recompensa que ofrecían los chilenos por su traición.
En esa carta, publicada por Cesar Hildebrandt en su semanario, el tal
oficial dice que está harto de que todas las mañanas hay una larga fila de
hombres y mujeres bien vestidos, curas y hasta oficiales que acuden a denunciar
a los caceristas. Finalmente los chilenos sacaron un edicto prohibiendo a los peruanos
que fuera a denunciar a los caceristas. No lo hicieron por nobleza, sino porque
se le había acabado el dinero para pagar a los traidores, (o sea a los fujimoristas
de esas épocas), los cuales armaban un gran
escándalo pidiendo su paga por su traición: “Yo he denunciado a los caceristas y no me pagan todavía:
¡MI PLATA CARAJO!.
Ahora mandan cartas pidiendo perdón.
Hasta donde llegan mis conocimientos algo parecido no se ha dado en ningún país
de América, solo en el Perú y por obra del fujimorismo.
Nada ha cambiado en 200 años.
Este país necesita una revolución, no
puede seguirá siendo lo que es.
Vemos con tristeza como se
cumplen las palabras de Simón Bolívar: “El Perú es un país de oro y de esclavos”.
Y ahora de fujimoristas y protofujimoristas.
Nota.- veo con preocupación de
que de repente algunos de nuestros conocidos envíen más cartas pidiendo perdón al rey de España y a otros colonialistas.
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