Y EL CADAVER, AY, SIGUIO MURIENDO DR.MAXIMO GRILLO ANNUNZIATA Tenerle miedo a un muerto es una idiotez; el muerto está muerto y nada puede hacer. El creer que la desaparición de un cadáver va a extinguir una idea, un pensamiento, una ideología simplemente es un disparate. Nadie sabe dónde se encuentra el cuerpo de Buda, de Confucio, de Jesús (los fariseos también decían “ que sus discípulos no rescaten el cadáver”), de Tupac Amaru; nadie sabe dónde está el cuerpo de Adolfo Hitler ni el cuerpo de Goebbels y sin embargo estos personajes tienen todos ellos ahora millones y millones de seguidores. Barac Obama hizo asesinar a Bin Laden y a su familia. Su cadáver fue secuestrado y desaparecido, arrojado al mar; ¿ y cuál ha sido el resultado final de todo eso?, pues que hace menos de un mes los talibanes han ganado una guerra y han conquistado el poder en Afganistan. No necesitaron el cadáver de Osama Bin Laden para lograr su triunfo. Que se hallan pronunciado jueces, fiscales, juristas, congresistas ministros y medio mundo sobre el cadáver del dr. Abimael Guzmán es una demostración de lo atrasado que es el país. Que se promulgue una ley específicamente para el destino del cadáver del dr. Guzmán es una demostración de imbecilidad. ¿Quién puede creer que los senderistas van a cambiar de ideas por ausencia del cadáver?. Que desaparezcan el cadáver o por el contrario lo den a sus familiares, no va a cambiar nada en el país. ¿Quién puede creer que la desaparición del cadáver va a cambiar la situación económica, social y política del Perú?. Otros creen que incinerar el cadáver es humillar al muerto. Un muerto nunca puede ser humillado por la sencilla razón de que está muerto. Además demuestran que desconocen que en el todos los cementerios hay crematorios y que todos los días incineran a difuntos en el Perú. Otros más proponen que arrojen las cenizas fuera del mar territorial .¿Suponen que el fallecido no podrá volver por falta de pasaporte, o se ahogará o que sentirá frio por el agua?. Francamente el país se está volviendo cada día más idiota. Una de las cosas que más me han asombrado, son los vecinos del Callao que salieron en la televisión afirmando que desde que se encuentra el cadáver en la morgue, no pueden dormir y tienen pesadillas, ¿ creen que el alma en pena del dr, Guzmán va a salir a medianoche a aterrorizarlos?. La verdad que con el asunto de los restos del dr. Abimael Guzmán, el Perú ha justificado su último lugar en el mundo en el coeficiente de Inteligencia de todos los años, sin excepción. Cuando yo muera, mi cadáver lo pueden echar al basurero de la esquina, o me echan para comida de los perros o de los gallinazos, me da igual: muerto que puede interesarme.
Y EL
CADAVER, AY, SIGUIÓ MURIENDO
DR. MÁXIMO GRILLO ANNUNZIATA
Tenerle miedo a un muerto es una idiotez; el muerto está muerto y nada
puede hacer.
El creer que la desaparición
de un cadáver va a extinguir una
idea, un pensamiento, una ideología simplemente
es un disparate.
Nadie sabe dónde se
encuentra el cuerpo de Buda, de
Confucio, de Jesús (los fariseos también
decían “ que sus discípulos no rescaten el cadáver”), de Tupac Amaru; nadie
sabe dónde está el cuerpo de Adolfo Hitler ni el cuerpo de Goebbels y sin
embargo estos personajes tienen todos ellos ahora millones y millones de seguidores.
Barac Obama hizo asesinar a Bin
Laden y a su familia. Su cadáver fue
secuestrado y desaparecido, arrojado al mar; ¿ y cuál ha sido el resultado final de todo eso?, pues
que hace menos de un mes los talibanes
han ganado una guerra y han conquistado el poder en Afganistan. No necesitaron
el cadáver de Osama Bin Laden para lograr su triunfo.
Que se hallan pronunciado jueces,
fiscales, juristas, congresistas
ministros y medio mundo sobre el cadáver del dr. Abimael Guzmán es una
demostración de lo atrasado que es el país.
Que se promulgue una ley
específicamente para el destino del cadáver del dr. Guzmán es una demostración
de imbecilidad.
¿Quién puede creer que los senderistas van a cambiar de ideas por ausencia del cadáver?.
Que desaparezcan el cadáver o por
el contrario lo den a sus familiares, no va a cambiar nada en el país.
¿Quién puede creer que la desaparición del cadáver va a cambiar
la situación económica, social y política del Perú?.
Otros creen que incinerar el
cadáver es humillar al muerto. Un muerto nunca puede ser humillado por la
sencilla razón de que está muerto.
Además demuestran que desconocen
que en el todos los cementerios hay crematorios y que todos los días incineran
a difuntos en el Perú.
Otros más proponen que arrojen
las cenizas fuera del mar territorial .¿Suponen que el fallecido no podrá
volver por falta de pasaporte, o se ahogará o que sentirá frio por el agua?.
Francamente el país se está
volviendo cada día más idiota.
Una de las cosas que más me han
asombrado, son los vecinos del Callao que salieron en la televisión
afirmando que desde que se encuentra el
cadáver en la morgue, no pueden dormir y tienen pesadillas, ¿ creen que el alma
en pena del dr, Guzmán va a salir a
medianoche a aterrorizarlos?. La verdad que con el asunto de los restos
del dr. Abimael Guzmán, el Perú ha justificado
su último lugar en el mundo en el
coeficiente de Inteligencia de todos los años, sin excepción.
Cuando yo muera, mi cadáver lo
pueden echar al basurero de la esquina, o me echan para comida de los perros o
de los gallinazos, me da igual: muerto que puede interesarme.
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