BOCHORNO
BOCHORNO
DR. MAXIMO GRILLO ANNUNZIATA
Siempre me he considerado un
hombre poseedor de una mente muy
objetiva, racional dominado por el pensamiento frio y científico y muy poco
emocional, pero hace unos días he sentido una enorme pena, una pena muy
profunda, intensa, al ver a un grupo de peruanos muertos de hambre,
arrodillados y besando el suelo festejando la libertad de Fujimori. ¿Tanto ha
envilecido el fujimorismo al pueblo peruano?.
¿Cómo se puede llegar
a tal grado de humillación?, ¿arrodillarse y besar el suelo?. ¿En qué ha convertido el
fujimorismo al pueblo peruano?.
Reconozco que soy un hombre orgulloso y soberbio, incluso en
oportunidades hasta pedante, pero NUNCA,
NUNCA me he arrodillado ante dioses, imágenes, símbolos ni antes hombres menos
aun ante mujeres.
He sentido vergüenza ante esas imágenes vistas en todo el
mundo. ¿Cómo quedamos como nación?.
Esas imágenes me recuerdan a lo descrito en la historia, de
los peruanos arrodillados besando las imágenes de la iglesia y los pies de las autoridades españolas
agradeciendo la derrota y muerte de Tupac Amaru ll.
Es una maldición histórica que tenemos.
¿Cuándo terminara tanta desgracia?.
Los subversivos peleaban y mataban con la idea de crear una nueva sociedad más justa, si sus métodos estaban
equivocados o estaba en lo cierto lo dirá la historia, pero Fujimori torturaba,
encarcelaba, violaba, mataba solo y únicamente para robar.
El mismo tipo que se sacó fotos pisado el cadáver de Serpa Cartolini y
se reía de los cadáveres, que presenciaba las sesiones de torturas de los
prisioneros, que torturó y robó a su esposa, que renuncio por fax, la imagen
misma de la cobardía, después apareció en un
video pidiendo misericordia, que no le dejen morir y rogando piedad.
Por Fujimori solo he sentido siempre desprecio y asco.
Por esos muertos de hambre que fueron a arrodillarse y besar
el suelo a cambio de un kilo de
arroz y
un paquete de azúcar he sentido una gran tristeza, una pena muy profunda.
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